Si te define, que te defina bien.

La comunidad de diabetes está en constante cambio y crecimiento. Nos encantaría decir que cada vez hay menos personas con diabetes tipo 1 pero locierto es que muy por el contrario cada vez somos más. La realidad es que no nos es fácil encontrarnos pues muchos prefieren evitar la característica como carta de presentación (pensando en la diabetes tipo 1 como una característica equivocadamente en lugar de una enfermedad). Debo reconocer que hasta la vida adulta joven prefería no hablar de mi diabetes aunque fuera tremendamente necesario. 

Unas historias de mi vida (se llama chisme)

Empecé a trabajar muy chica (esa es otra historia complicada) y la primera vez que tuve una hipoglucemia en el trabajo fue dando una clase de inglés de tres horas en el (omitiré el nombre a propósito . Recuerdo que nadie entendía que estaba pasando cuando entré a la sala de maestros abandonando a mi grupo para pedir sobrecitos de azúcar. Alguien me preguntó si había bebido o consumido algo que pudiera poner en riesgo a mis alumnos, a mi o a la institución. Tuve que dar una explicación muy larga que nadie entendió del todo. 

Lupita también era maestra y un día me encontró con una maleta en la calle. No, antes de que esto se preste a malas interpretaciones no fui corrida de mi casa, mis papás jamás habrían hecho algo así pero el punto es que ella me encontró sentada en una banqueta con una maleta y me invitó a su casa a pasar la noche. A la mañana siguiente muy preocupada habló conmigo pues ella tenía un hijo muy pequeño y se había encontrado jeringas usadas de insulina en el que me habían asignado como cuarto temporal. Otra vez tuve que dar una muy larga explicación que nadie entendió del todo. 

La primera vez que tuve una hipoglucemia severa fue conduciendo. Seguro habrás leído el énfasis que hago en las precauciones específicas para conducir cuando vivimos con diabetes De hecho, hace no mucho tomé un curso específicamente al respeto pues, la experiencia no me dejará mentir, se nos educa poco al respecto. Ese día había salido muy temprano de casa, pasé por mi mejor amiga quien me acompañó a formarme en una fila eterna de 6 horas para tramitar mi pasaporte.

No tenía idea de cuánto tiempo me iba a tardar y no había salido con ninguna precaución. En el camino de regreso a la escuela empecé a sentirme mal y. me di cuenta de que por si fuera poco no llevaba dinero, llevaba mi tarjeta. Hice una parada en un banco para retirar dinero y me di cuenta de que no tenía dinero. Vaya, fue una combinación terrible por donde se mire. En aquel entonces no podía uno detenerse en un establecimiento a comprar un dulce con una tarjeta.

Pensé que me daría tiempo de llegar y se rumora que perdí el conocimiento conduciendo. Mi amiga se encargó de quitarme del volante y conducir lo más rápido que pudo hasta la escuela desde donde mis compañeras pidieron una ambulancia. Desconozco cuánto tiempo habrá pasado pero cuando abrí los ojos mi mamá ya estaba ahí y yo era transportada a un hospital donde tuve que permanecer toda esa tarde.

Tristemente, no fue la última vez que tuve una hipoglucemia severa. En aquél entonces no utilizaba un medidor continuo de glucosa y medir mi glucosa en público para mi no era una opción.

Sea lo que sea, la manera en la que cuentes tu historia en línea puede marcar la diferencia.

Acompañamiento emocional

Si hubiera tenido un acompañamiento emocional quizá pude haberle explicado oportunamente a mi entorno cómo ayudarme. No lo hice por miedo a ser discriminada aunque rápidamente me di cuenta de que mis amigas estaban furiosas por mi omisión de información más que por que yo viviera con diabetes. No fui discriminada jamás. Pero me resulta imposible negar lo mucho que me habría ayudado que en aquél entonces me definiera tanto la diabetes como me define hoy en día.

Me define súper bien

Yo entiendo, de verdad que si entiendo cuando presumen en las redes sociales que la diabetes tipo 1 no los define pero, también creo que a algunos nos ha convenido enormemente ser definidos por ella. Para mi, que me defina significa que pondré todo el cuidado en el manejo de una condición de vida ultra complicada y que pone en riesgo mi vida más veces que el riesgo que corre una persona que no vive con diabetes. 

Para mi esta definición me hizo cuidar de mi salud de una forma que no muchos hacen, salvo mis amigas nutriólgas y mis amigos que se dedican al fitness.  Claro que hay otras cosas que me definen también, soy mamá y esa es quizá la definición que más me gusta. Soy hija, educadora en diabetes, esposa y también soy buena amiga cuando el aprecio es recíproco (y de hecho también cuando no lo es). A mi me define no una cosa sino muchas y todas ellas me hacen quien soy. 

Consejos para cuidadores

Si eres mamá o papá de un chico con diabetes, no te asustes cuando te digan que definirse por la diabetes está mal. Esto no puede estar mal de ninguna forma si tu y tu familia así lo deciden. Definirnos por la diabetes puede resignificarse en trabajar en pro de la salud de otras personas, en convertirnos en educadores en diabetes, en convertirnos en amigos para otras personas como nosotros y sobre todo en convertirnos en compañía para otras personas que se han sentido solas, como nosotros nos sentimos algún día. 

Decide definirte con o sin diabetes y como tú quieras, ser definidos por lo que nos hace diferentes no tiene por qué ser negativo. Reescribe tu historia y defínete porque aunque nos guste o no, la diabetes es parte de nuestra vida y tiene mucho que ver en quienes fuimos, somos y seremos. 

Anterior
Anterior

El examen más difícil

Siguiente
Siguiente

Ventajas y Desventajas de la Tecnología DIY