El examen más difícil

Tener hijos es el examen más difícil. Algunas personas pensamos en presentar ese examen, otras no tanto, para otras fue un examen sorpresa, otras jamás lo presentaron y otras de plano no hablan de ello. Algunos estudiamos mucho por si decidíamos, en algún momento presentar el examen. Otras se rindieron cuando vieron lo difícil que podía ser estudiar, presentar el examen y luego titularse haciendo al mismo tiempo malabares con la diabetes tipo 1.

Luego existen los demás. Todo mundo tiene algo qué decir de este examen. Que si es muy difícil, que si es facilísimo, que si los niveles bajos de glucosa, que si las complicaciones, que si los retos. Pero lo cierto es que casi nadie habla de lo realmente complicado que es.

Uno pensaría que el embarazo es la parte más difícil de este examen pero poco sabe la humanidad de lo tremendamente complicado que es el mundo actual. De pronto nos convertimos en la persona que dice “ en mis tiempos eso no era así¨ y otras cosas absurdas como ¨porque lo digo yo que soy tu madre¨ o peor tantito ¨¨esta es mi casa y estas son mis reglas¨¨.

Nadie ha escrito un instructivo que realmente sirva. Nadie nos dice que los hijos pueden tenerte más horas despierto por la noche que vigilar tu glucosa en sangre en días de enfermedad. Nadie te dice que tendrás que sacrificar glucosas más de mil veces porque alguien quiere pizza, o porque alguien quiere seguir en el parque jugando o porque alguien está enfermo y claramente ahora la prioridad no eres tú sino tu hijo o hija.

Pero lo que menos se comenta y lo que tampoco he visto descrito con la intensidad y claridad adecuada es el amor que uno tiene por los hijos. Nadie, nunca te explica que un día serás capaz de defender a alguien de cosas que no te imaginaste nunca. Jamás te dicen que habrá alguien por quien literalmente, darías la vida en un abrir y cerrar de ojos. Nadie te explica que esa será la persona que te romperá el corazón más veces y que será la misma persona que te hará sentir más feliz y orgulloso.

Nadie te dice que amarás tanto a esa persona que llorarás miles de veces y que casi todas ellas tendrás que recuperar la compostura para seguirte viendo firme o, peor aún ¨cool¨. Nadie te dice que justamente es la única persona a la que verás y pensarás siempre, se vea como se vea, y haga lo que haga que es perfecto.

Nadie te cuenta que será la persona a la que le de más pena que te vean tomándole la mano o diciendo en voz alta frente a los amigos una palabra de cariñito. Nunca, nadie te prepara para esto.

Ser mamás es, definitivamente un examen. Yo no se qué calificación me pondría pero, luego de 16 años de ser SU mamá, puedo decir que este es un examen que volvería a presentar tantas veces se pudiera.

Feliz 16 años hijito.

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