Y a ti, ¿te define?

Francamente siempre me he considerado respetuosa. De hecho, no aprendí jamás a decir mentiras como la gente. Las digo mal, no sé hacerlo como tampoco se hacer operaciones matemáticas. Me cuesta trabajo fingir que estoy contenta o que alguien no me ha decepcionado porque tampoco aprendí a hacerlo. Mis amigos más cercanos dicen que hablo con los ojos y que generalmente saben que mi voz va a alzarse cuando me pongo los lentes. Mis conocidos saben que tengo el don de mover las cejas en desaprobación. No se fingir.

No puedo fingir tampoco que la diabetes no me define. Sin embargo siempre me he considerado respetuosa y respeto a quien cree firmemente que la diabetes no lo define. A mí me define, y lo acepto orgullosa.

Me considero respetuosa, tanto que cuando alguien critica la labor de otros incluyendo la mía opto por no defendernos (a menos que me sienta agredida). Reconozco y aprecio la diferencia de opinión pero también soy observadora de cómo se cuentan solo algunos lados de muchas historias y eso me parecerá siempre, injusto. Aprendí a observar y muchas veces permanecer en silencio.

Creo en la justicia, en esa que aboga porque todos pudiéramos ser iguales si hablamos de derechos pero diferentes cuando hablamos de necesidades y personalidades. Creo en los derechos, especialmente en los que no conozco porque no los he visto, como el derecho a tratamientos completos. Creo en la abogacía que sale a crear cambio pero no creo en aquella que solo se trabaja una vez al ano.

Creo firmemente en la historia de cada uno de nosotros. En la que contamos, en la que imaginamos y en las que sonamos arreglar.

No, a mi no me verás en tantas fotos inyectándome insulina. No me tomo tantas fotografías como para hacerle saber a otros que vivo con una condición crónica. No creo que todos deban saber y tampoco creo que todos quieran saber. Sin embargo comparto con quienes quieren saber de mi historia que, aunque no es única es mía y, con frecuencia, respeto ver las de otros.

Yo no creo que seamos guerreros aunque reconozco que tengo heridas de guerra. Yo no creo que seamos héroes aunque algunos llevan capas y hacen todo en sus manos para ayudar a otros. Yo no creo que vivir con diabetes sea una tragedia y tampoco creo que me haya robado la infancia. No creo que vivir con diabetes me haya impedido ser una buena versión de mi misma pero tampoco creo que no me defina.

A mi sí me define la diabetes pero también me definen las ganas locas de salir corriendo a encontrarme con el mundo. En un parque o en una calle. A mi me definen las emociones explosivas como cuando termino de leer un libro o escucho a mi hijo contarme sus planes futuros o cuando en un discurso escucho sobre "nosotros los pacientes con mal control". A mi me definen mis propios logros, mis luchas y también mis errores. A mi, todo esto si que me define.

22729197_10155577851726368_9165032392339596230_n.jpg







Anterior
Anterior

Mes de la Concienciación de la Diabetes

Siguiente
Siguiente

Nuevos Mitos en Diabetes 2020