Los temas que no nos gustan: complicaciones
Esta nota la escribí hace un par de años. Hoy mi postura no ha cambiado pero ha evolucionado. Hablemos sobre complicaciones.
Conozco pocas personas a las que las complicaciones de la diabetes tipo 1 no les genere miedo. De hecho, en una reunión con otras personas de mi equipo de trabajo hace un par de semanas, en un ejercicio nos preguntaron qué era lo que más miedo nos generaba a lo que contesté inmediatamente y sin pensar dos cosas: perder a mi familia y las complicaciones de la diabetes.
En la entrada original sobre este tema, enfaticé que conozco personas a las que les genera no solo miedo sino ansiedad y que hacen todo en sus manos para manejar obsesivamente sus números. Me reconozco como una de esas personas.
Desde hace muchos años nos hicieron saber que el manejo inadecuado de nuestros niveles de glucosa en sangre aumentaría, en un porcentaje considerable, el riesgo de aparición de diferentes complicaciones. Todas ellas impactarían nuestra calidad de vida y no puedo negar que este discurso haya tenido un impacto en mi salud emocional.
Cuando muchos de nosotros fuimos diagnosticados nos hicieron saber, y lo repetimos tantas veces que es difícil desprenderse de la idea, que la aparición de complicaciones dependería enteramente de nosotros y de nuestro manejo diario. Este discurso no ha cambiado. Seguimos culpándonos por la aparición de complicaciones.
Hace quizá un año, alguien cercano a mi me dijo en un tono que sigo intentando descifrar, que seguramente yo vivía con complicaciones varias y que mentía diciendo que no era así. Que no podía ser que yo no las tuviera y que si no las tenía en ese momento las tendría pronto. No entenderé jamás la intención de ese comentario pero, en aquél entonces me generó mucha, pero mucha tristeza.
A todos nosotros nos explicaron que la hiperglucemia (y años más tarde la variabilidad glucémica) generaría complicaciones. Nos explicaron que habría que manejar la diabetes y tener la glucosa en rango SIEMPRE. No nos explicaron que esta era una tarea titánica y que no siempre lo lograríamos y que entonces no siempre podríamos evitar complicaciones.
Hoy, he identificado ya un par de complicaciones. Ni mi participación activa en las redes sociales, ni el apoyo de mis pares, ni mis diplomados en educación en diabetes evitaron que me sintiera muy triste y algo culpable cuando finalmente acepté que estaban ahí.
Pude haberme cuidado mejor
El resultado de todo el discurso que recibimos durante años, ciertamente con muy buena intención, fue personas decepcionadas de su manejo. No siempre podremos tener glucosas en rango. No siempre podremos evitar la variabilidad glucémica. Hoy sabemos gracias a las nuevas tecnologías y herramientas que vivir tiene un impacto en nuestros niveles de glucosa en sangre.
Es inevitable pensar "pude haberme cuidado mejor", "pude haber sido más disciplinado" "¡qué estoy haciendo mal!".
Y entonces leer publicaciones de otros colegas escritores en las redes donde se leen frases que invitan al cuidado de la diabetes para cuidar nuestros órganos y ojos me resultan de pronto tristes.
No, no siempre es posible. No todos podrán. No siempre las evitaremos. Hoy tengo unas peticiones y consejos que espero podamos trabajar juntos.
La intención de esta entrada no es asustarte. Particularmente si eres mamá o papá. Identificar las posibles complicaciones o los riesgos para desarrollarlas es una herramienta valiosísima que por miedo a veces nos negamos a usar.
Unas peticiones….
1. Comparte
Si fuiste diagnosticado con alguna complicación comparte con nosotros. Para quienes te seguimos y leemos es muy útil conocer sobre las complicaciones, el tratamiento y la experiencia de alguien que, como nosotros, también vive con diabetes. No juzgaremos. Comprenderemos y aprenderemos.
2. No confundamos
Ya lo sabemos. El buen manejo glucémico disminuirá el riesgo de desarrollar complicaciones pero, desarrollarlas no significa que hemos fallado. Significa que vivimos con una condición crónico-degenerativa y que tenemos que seguirlo intentando. Significa que hemos hecho nuestro mejor esfuerzo y que por eso es que hemos vivido libres de ellas hasta el momento. No es nuestra culpa vivir con diabetes tipo 1 y no hemos olvidado nuestro manejo. Tampoco nos hemos descuidado.
3. Celebra tus logros
¡Felicidades! ¡Un año más con diabetes! Suena irreal felicitar a alguien pero felicitate a ti mismo. ¡Todos los días! Porque todos los esfuerzos que realizas, independientemente del número en tu medidor, son importantes.
Cuidemos de nuestra diabetes de la mejor forma que podamos. Invertir tiempo y esfuerzo en nuestra salud física y emocional siempre tiene recompensas independientemente de los números. No nos cansemos de seguir trabajando.