Día de la Candelaria. Tradiciones de mi país.

Ay el Día de la Candelaria. Para personajes como yo, el día de la Candelaria no significa otra cosa más que: tamales, y aunque en muchos países de América Latina también hay tamales, estoy prácticamente segura, y a punto de comprobar en algún otro viaje que la vida me permita, de que no son el mismo tipo de delicioso tamal.

Si tú, lees de otra parte del mundo, bienvenido a la explicación del tamal. Pero Mariana, ¿qué tiene esto que ver con nuestra condición de vida? Tenme paciencia, ya te explico.

Esta festividad de la Candelaria, hasta donde mi familia me ha contado tiene que ver con que todas las mujeres, en el los tiempos de Jesús, debía visitar el templo para la purificación del hijo. Este tipo de tradiciones son muy frecuentes en mi país colorido. En este tema de la purificación, mamá y papá llevaban a personajito bebé junto con una ofrenda, que casi siempre contenía animalitos.

Pues cuenta la historia que María y José llevaron a Jesús al templo acompañados por dos palomas blancas. Es así entonces que el día 2 de febrero recordamos este paseo por el templo, ofrenda y anexos.

En Coyoacán, uno de los lugares más hermosos donde he podido vivir, la fiesta es grande y vemos muchas personas dirigiéndose a templos distintos con figuras de Jesús y velas.

Luego de este breviario cultural, te acordarás que si fuiste el afortunado en sacar un muñequito (representación de Jesús) en la rosca de reyes, ¡te toca llevar los tamales el día de la Candelaria! afortunados aquellos que sólo estaban con dos o tres amigos y desafortunados otros como yo, que tuvo la fortuna de sacarse el muñeco junto a un equipo de 28 niños que juegan fut y sus papás en alguna ocasión.

Screen Shot 2020-11-04 at 8.33.14 PM.png

¿Y por qué tamales y no ensaladas?

Ah es una grandiosa pregunta e intervención: primero pues porque los tamales son más deliciosos, no, ya enserio.

Desde los tiempos ancestrales, sí, después del dinosaurio pero antes de los medidores de glucosa, se celebraba a los dioses, especialmente a Tláloc, Quetzalcóatl y Chalchiuhtlicue.


Espero que nadie se llame así en honor a ese dios. Pero bueno, la historia dice que por supuesto se les llevaba tamales a esta celebración.

Cuando llegaron nuestros amigos españoles, hicimos una mezcolanza tremenda de tradiciones y costumbres razón por la que hoy somos uno de los pueblos más deliciosamente coloridos. Pues bueno, esta tradición "tamalera" llegó a la iglesia y en vez de llevársela a Tláloc, pues ahora la llevamos a Jesús.


Y ¿qué cosa tiene esto que ver con el manejo de mi diabetes?

Ahí voy, pues mira, antes de persona con diabetes, recordarás que somos humanos. Los humanos hacemos cosas como convivir, ir de fiesta, celebrar cosas con los amigos y claro, participar en tradiciones. A menos que hayas pensado volverte hermitaño, mantenerte absolutamente lejos del tamal será prácticamente imposible. En estos casos tienes dos opciones.

1. Mantente alejado

Algunos hemos dominado el arte del autocontrol, respiración y meditación y logramos manteneros lejos del tamal convenciéndonos de que no es una opción tremendamente saludable (vivamos o no con diabetes). Sí, esta es una tarea para sabios de alma pues mantenerse lejos con ese olor tan delicioso es complejo.

2. ¡Ring, ring!

No serás la primera, ni la última persona con diabetes que llame a algún miembro de su equipo de profesionales al cuidado de la salud para preguntar "¿unooo poooorfaaa?" podrán decirte que no pero, quizá si insistes puedas comer uno, o medio o un tercio (sí, un tercio es el tamaño de porción saludable hasta donde pude leer la última vez que me comí uno).

Screen Shot 2020-11-04 at 8.33.20 PM.png

3. Información nutrimental

Difícilmente un tamal NO tendrá efecto en nuestros niveles de glucosa en sangre. Además de que al día siguiente habrá que sudar las calorías, la glucosa se elevará si no tomamos en cuenta el contenido nutrimental de este hermoso tamal. Recuerda que esta información es aproximada pues, a diferencia de otros alimentos, los mejores tamales son hechos en casa y NO traen etiqueta. Además de que por supuesto cada experto en tamal usa distintas cantidades de todo lo que llevan.

Como siempre la recomendación es simple: mejor alejarse pero, seamos sinceros, ser humano es delicioso e inevitable. Intenta una probada de tamal, y si piensas que será imposible y que solo esta vez al año quieres comerte uno acércate a tu equipo de profesionales de la salud. Ellos también son humanos y seguro más de uno comerá tamal el mismo día que tú.

Anterior
Anterior

De los personajes en mi vida: El Dr. Patiño

Siguiente
Siguiente

Los temas que no nos gustan: complicaciones