Dietas Bajas en Hidratos de Carbono en Poblaciones Pediátricas

Primero: Debes saber que NO recomiendo ningún tipo de alimentación en particular. Mi equipo de profesionales de la salud y yo decidimos que el mejor enfoque para MI es una dieta baja en hidratos de carbono. Sin embargo las dietas o mejor dicho los planes de alimentación no deben tomarse a la ligera y necesitamos de la participación de un equipo donde haya un profesional experto *(nutriólogo) para ayudarnos en un diseno personalizado. No todas las dietas y planes servirán para todos.

Este es un resumen de una de las muchas sesiones a las que pude asistir en la Conferencia de la Asociación Americana de Diabetes de este 2020.

Dietas bajas en hidratos de carbono en poblaciones pediátricas con DT1

La alimentación es sin duda uno de los pilares y bases en el tratamiento de cualquiera de los tipos de diabetes. En la última década, hemos visto más interés en los planes de alimentación con contenidos bajos, y muy bajos de hidratos de carbono. La razón parece ser fácil de entender. Este macronutrimento será el que tenga mayor impacto en nuestros niveles de glucosa en sangre y limitar su consumo, de acuerdo con mucha evidencia publicada en fechas recientes, podría tener beneficios no sólo en el manejo glucémico sino en el control de peso y otros.

Pero, estos planes de alimentación son algo que podamos sugerir como Educadores en Diabetes en poblaciones pediátricas? Aquí un debate presentado en #ADA2020

Cuál es la Diferencia entre LCD y VLCD

De acuerdo con la publicación de Jennifer D. Merri, Soliman, et al (Low Carbohydrate and Very Low Carbohydrate Diets in Patients with Diabetes) las dietas bajas en hidratos de carbono (LCD, por sus siglas en inglés) son aquellas donde el aporte de carbohidratos es entre 60 y 130 gr por día (26 - 45% de la ingesta calórica diaria) y las dietas muy bajas en hidratos de carbono (VLCD, por sus siglas en inglés) son aquellas donde la ingesta de hidratos de carbono es entre 20 - 50gr al día (menos de 26% de la ingesta calórica diaria) y estas son dietas que llevan a la cetosis nutrimental.

Evidencia a favor

Dra. Belinda Lennerz del Hospital de Niños de Boston: Antes del descubrimiento de la insulina se utilizaba la dieta muy baja en hidratos de carbono, cuando ya hubo insulina la ingesta hasta los años 40 o 50 de hidratos de carbono era aún un poco más baja pero fue hasta los años 80 donde los requerimientos recomendados eran de 60% . Afortunadamente hoy vemos que estos porcentajes recomendados son ahora personalizados.

Ha habido interés en estas dietas bajas en hidratos de carbono cada vez más grande entre grupos de pacientes con personas con diabetes tipo 1 en los últimos años.

Las dietas muy bajas en hidratos de carbono son aquellas donde hay menos de 20 a 50 gramos del día (cerca del 10% de las calorías diarias recomendadas) y donde se limita un poco la proteína y se promueve la cetosis nutrimental. Ester es un tema que hoy en día vemos tratarse con frecuencia en foros y no solo en poblaciones adultas sino también en poblaciones pediátricas.

Variabilidad glucémica

Evidentemente, las dietas bajas en hidratos de carbono podrán reducir la variabilidad glucémica. Especialmente., estas dietas contribuyen en la mejora de los niveles de glucosa post prandiales. Los niños y adultos con diabetes tipo 1 también son propensos a sobrepeso y síndrome metabólico, Kapellen et al Endocr Metabol DCCT group.

Estas dietas son controversiales y la Dra. Belinda Lennerz expuso estas dietas divididas en esperanzas y preocupaciones.

La Dra. Lennerz presentó una serie de estudios para apoyar el uso de las dietas bajas en hidratos de carbono en población pediátrica y durante el debate pero insistió en la necesidad de más investigación al respecto.

Ahora, en adultos con diabetes Tipo 1 hay probablemente menos debate pues, de acuerdo con la Dra. Lennerz la desviación estándar en la medición de glucosa fue menor, se aumentó el tiempo en rango y se redujo considerablemente el riesgo de hipoglucemia. Ranyan et al Diabetes Obes Metab 2017.

Las conclusiones de la Dra. Lennerz son que las dietas bajas en hidratos de carbono en pacientes en edades pediátricas pueden ayudar a esta población a alcanzar un manejo glucémico sin precedentes y con muy bajo riesgo de desarrollar complicaciones severas. Los buenos resultados en el manejo glucémico además tienen un impacto emocional en estos grupos y la satisfacción reportada es grande. Además, la Dra. Lennerz enfatizó en que los beneficios relacionados con manejo glucémico, triglicéridos y HDL pueden ser más importantes que el riesgo cardiovascular.

Generalmente no son dietas recomendadas en pacientes con diabetes tipo 1 por los riesgos hipotéticos pero son muy populares y es así que los profesionales de la salud deben conocer estos enfoques para apoyar a los pacientes que opten por estos planes de alimentación.

Es vital la supervisión médica en este tipo de dietas. Se requiere aún de mucha investigación para poder tratar esta controversia.

Evidencia en contra

La Dra. Carmel Smart se dio a la tarea de presentar evidencia en contra de estos planes de alimentación y presentar evidencia sobre cómo también puede alcanzarse una meta glucémica objetiva consumiendo un mayor porcentaje de hidratos de carbono.

¿Realmente se necesita una alimentación baja en hidratos de carbono para alcanzar metas glucémicas?

Algunos estudios a la fecha con dietas moderadas en hidratos de carbono utilizan entre 45 - 50% de energía como carbohidratos. En la práctica clínica se sugiere que lo que se promueve es elegir cuidadosamente el tipo de carbohidratos que se incluyen en la alimentación de los niños. Esto incluye preferir lácteos y cereales sin grasa en lugar de otros carbohidratos con grasa y azúcares agregados.

En contraste, un individuo en una dieta baja en hidratos de carbono restringirá los granos, lácteos, frutas, vegetales, y en su lugar se promoverá la ingesta de queso, carnes rojas y otras grasas.

El debate y los puntos en contra

No para todos. Estos porcentajes difícilmente pueden emplearse en todos los pacientes. Las dietas muy bajas en hidratos de carbono incluyen menos de 20 a 50 gramos de hidratos de carbono. Sin embargo en los niños esto es complicado pues dependerá del rango de edad, actividad física y otros factores. Low-carb generalmente implica una alimentación alta en grasas y proteínas. Leow et al 2018, Ranjan 2017

Enfoque total en contenido de hidratos de carbono. Debe hacerse énfasis en que no todos los carbohidratos son iguales y en estos planes de alimentación no siempre se hace énfasis en el impacto del tipo de carbohidrato en los niveles de glucosa. Los alimentos con carbohidratos pero con bajo índice glucémico demostraron una curva y una elevación menor en los niveles de glucosa en sangre de acuerdo con diversas publicaciones. Ryan et al, Diabetes Care 2008 Hay que recordar además que tanto la grasa como la proteína puede tener un efecto elevando los niveles de glucosa en sangre postprandial. La clave radica en explicar a las familias cómo crear un plan adecuado y cómo actuar para cubrir esta ingesta de hidratos de carbono. Seckold et al Diabet Med 2018

Falta de evidencia de seguridad y eficacia: El consenso de la DA concluyó que la evidencia era inconclusa pero que las dietas VLC podrían sin duda tener posibles beneficios para adultos con DT1. Hay riesgo de no proveer suficientes nutrientes con estas dietas (vitamina B, hierro, zinc, calcio y fibra) y se requiere suplementación nutricional con mucha frecuencia. Nolan et al, 2019

Impacto en vida diaria: una de las consecuencias presentadas como punto en contra es la participación social. En el caso de los niños la participación en fiestas de cumpleanos, campamentos, comer con amigos

"La vida con diabetes no se trata solo de manejar niveles de glucosa en sangre"

Low carb no siempre más alimentación más saludable. Tristemente, en este tipo de alimentación se corre el riesgo de omitir grupos de alimentos pero incrementar el consumo de carnes rojas y procesadas.

Conclusiones

Como sabemos bien, no todos los planes de alimentación tendrán el mismo efecto e impacto en las personas con diabetes. La alimentación debe obedecer un diseño por pasos donde muchas variables sean consideradas entre ellas las necesidades individuales del paciente, sus preferencias y otros datos clínicos. Para algunos, la alimentación baja en hidratos de carbono puede representar menor variabilidad glucémica y los riesgos y beneficios tendrán que ser evaluados junto con el equipo de profesionales de la salud.

Los beneficios en el manejo glucémico parecerían indiscutibles pero también lo es la necesidad de trabajo multidisciplinar para proveer macro y micronutrimentos suficientes para nutrir a estas poblaciones de forma tal que el efecto en peso y talla sea menor.

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